"Under the sunlight
Welcome to this place
I'll show you everything"
(With arms wide open- Creed)


Estoy realmente muerta de cansancio y frío, son las 11 de la noche y ya estoy en San Pedro de Casta, esto lo escribo en un papel porque aquí no hay internet ni celulares ni periódicos, hay un solo teléfono público en todo el pueblo y antes de dormir, debo decir que ha sido un día interesante. Para empezar, antes de viajar, estuve en Chaclacayo investigando donde estaban ubicadas las casas de algunos de los ex presidentes peruanos, que buscaron la tranquilidad de este lugar cuando querían alejarse de palacio.

Fui con Angel, uno de los trabajadores de la muni, muy buena onda, terminó contándome de aquellas épocas en las que jugaba con Laura, la hija de Sánchez Cerro, con quien, por cierto, nos encontramos y se quedó conversando con nosotros después de estacionar su viejo volkswagen rojo en una esquina. Angel me hizo caminar inmensas cuadras mostrándome cada una de las casas durante horas. Luego de eso, partí con David hacia San Pedro. El camino de 3 horas no fue uno de los mejores, soportar curvas y precipicios durante 3 largas horas que parecieron mil no es precisamente un viaje de placer. La cabeza me explotaba, la nariz me sangraba y los pies me mataban (prefería no imaginar como estarían oliendo mis medias hasta ese momento y bueno, creo que David tampoco).

Luego de una inyección que me dolió en la nalga y en el alma, el soroche ya es historia y debemos prepararnos para la fiesta de San Pedro esta noche. Inesperadamente llegó nuestro jefe Martín y David tendrá que compartir cama conmigo. No me he hecho problemas porque es mi pata de años y dicen las malas lenguas que es gay (jejjeje mentiraaaaaa David!!!). Bueno, llegó el momento de ir a la fiesta y ver como todos se emborrachan, menos yo L, aunque a falta de chelas, buenos son los “calientitos”, ¿no?

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