Hubo una vez una niña a la que su mamá le hizo la tarea: una composición por el día de la madre. Antes de presentarla, la niña se dio cuenta que la composición era un testamento de cursilerías, por lo que decidió escribir otra. Una semana después, ganó un premio como el mejor trabajo del colegio. Su madre pensó que lo escrito por ella fue premiado. Hoy, 17 años después, la niña escribe en un blog . La madre, aún conserva el diploma colgado en la pared… y no sabe usar Internet.
SOBRE LA ACTIVA
Ella es: Textualmente activa From: Peru HABLANDO DE ELLA:
Me he embriagado de gusto extremo al corretear en sus letras. De vez en cuando caigo en textos que tiene en el archivo, realmente “re- leibles”. Sobre ella hay tanto que decir, tan extenso y necesario, pero esta vez diré cosas puntuales, por ejemplo diré que es gratificante que retorne a esta recóndita forma de sentir, porque dándole libertad a su pulso vuelve esclavo a nuestro gusto por las letras bien concebidas. Mientras eso ocurra, nosotros continuaremos siendo constantes siervos de sus ganas de dibujar sus realidades y fantasías, esas que la construyen a diario. Sobre ella hay tanto que decir, pero hoy más que eso, alegra que esté de vuelta y continue en este mar, donde sucumbir es un placer. La Vale está activa nuevamente, sólo queda disfrutarla, como siempre... Livy
“te quiero en mi paraíso es decir que en mi país la gente viva feliz aunque no tenga permiso” (Mario Benedetti)
Era el concierto de Miranda!, tocada que yo había esperado desde el año pasado y no iba a poder ir. Tenía un compromiso más importante, probablemente igual de emotivo y más romántico de hecho. Era el matrimonio de Amanda. No era una boda cualquiera. No había novio, eran dos novias. Días antes nos habíamos reunido a almorzar y me entregó el parte. Sentí una emoción tal que mi sonrisa no se borró a pesar de ver la fecha. 3 de febrero!! "Noooooooooooo, el mismo día del concierto! igual ahí estaré", le dije a mi adorada Amandinha, a quien suelo llamar Cayetana.
Ella había tenido una relación de siete años con su ex y ahora se casaba con Vane, a quien conocía hace ocho meses. Sacada de cuadro total, pero así pasa cuando sucede ¿no? La cita era en el Salón dorado del Hotel Bolívar. “Habrán dos bouquettes”, me dijo con su sonrisa gigantesca al despedirse.
Esa noche llegué con Karina. H se había ido a ver a Miranda! con las entradas que yo le había conseguido. Estaba nerviosa, parecía una de las novias, hasta que entraron ellas dos vestidas de blanco y de la mano. Una cantante de trova cantaba una romántica canción del poema “Te quiero” de Mario Benedetti: “Si te quiero es porque eres mi amor, mi cómplice y todo, y en la calle, codo a codo, somos mucho más que dos”, mientras un gordo pelucón tocaba la guitarra y todos aplaudíamos que sean tan valientes de enfrentar a la sociedad limeña tan patéticamente pacata y por ser tan románticas.
Dentro de un círculo de pétalos de flores blancas, ambas se tomaron de las manos y se prometieron muchas cosas que sonaron más sinceras que muchas de las frases trilladas que se escuchan en los matrimonios convencionales. Las casó una amiga de Amanda, simbólicamente, porque aquí no hay leyes que permitan el matrimonio entre dos personas del mismo sexo, pero fue la boda más romántica a la que asistí, debo decirlo.
La mamá de Amanda estuvo ahí viendo casarse a su hija con la novia. Y estaba contenta, aplaudió su decisión y celebró con ella bailando. No estuvo su papá pero sé que la presencia de su mamá fue suficiente para sentir el apoyo que ella esperaba. Mientras las novias iban de mesa en mesa recibiendo las felicitaciones de sus invitados, Karina a mi lado comió por dos. El feeling se me fue a la garganta y no pude comer. Kari se encargó de mi plato, creo yo por ansiedad, porque eso no era hambre, puedo asegurarlo. La noche acabó para mí a la 1:30 am., cuando en medio de Rafaella Carrá, Village People, decidí regresar a mi casa porque tenía que trabajar al día siguiente. “Es bonito estar casada”, me dijo Cayetana a los dos días, y yo le creo….las cadenas no las hacen solo los papeles…