Hubo una vez una niña a la que su mamá le hizo la tarea: una composición por el día de la madre. Antes de presentarla, la niña se dio cuenta que la composición era un testamento de cursilerías, por lo que decidió escribir otra. Una semana después, ganó un premio como el mejor trabajo del colegio. Su madre pensó que lo escrito por ella fue premiado. Hoy, 17 años después, la niña escribe en un blog . La madre, aún conserva el diploma colgado en la pared… y no sabe usar Internet.
SOBRE LA ACTIVA
Ella es: Textualmente activa From: Peru HABLANDO DE ELLA:
Me he embriagado de gusto extremo al corretear en sus letras. De vez en cuando caigo en textos que tiene en el archivo, realmente “re- leibles”. Sobre ella hay tanto que decir, tan extenso y necesario, pero esta vez diré cosas puntuales, por ejemplo diré que es gratificante que retorne a esta recóndita forma de sentir, porque dándole libertad a su pulso vuelve esclavo a nuestro gusto por las letras bien concebidas. Mientras eso ocurra, nosotros continuaremos siendo constantes siervos de sus ganas de dibujar sus realidades y fantasías, esas que la construyen a diario. Sobre ella hay tanto que decir, pero hoy más que eso, alegra que esté de vuelta y continue en este mar, donde sucumbir es un placer. La Vale está activa nuevamente, sólo queda disfrutarla, como siempre... Livy
"Yo que tú, ni me acercaría a mí cuando las luces vienen y van, regálame algo de soledad. Hoy es el día en que todo mal no quería, pero navidad llego y nada me deprime mas" (Navidad- Miranda!)
¿A que huele tu navidad? La mía destila un aroma a bolas de colores guardadas durante todo el año, a papel metálico, a chocolate de taza, a panetón, a pavo cocinándose en el horno, al puré de manzana que hace la abuela, al papel de regalo que envuelve los obsequios, a reconciliación, a tristeza, a nostalgia y a pólvora. No, yo no odio la Navidad ni la Navidad me odia a mí. Es solo que ha perdido la esencia de antes, cuando el espíritu papanoeliano se dejaba sentir por todos lados. Como todos los años, en el jardín de mi casa colocaron el horrible y huachafo muñeco de nieve inflable e iluminado de dos metros. A las 7 de la noche todos están como locos sacando el dichoso armatoste para lucirlo en la puerta. Horrible. Ojalá un día de estos se lo roben, aunque... ¿Quién querría algo como eso?.
Pero, al grano, saquemos conclusiones de este año que ha sido como una ola gigantesca dándome varios revolcones teniendo que agarrarme de los peñascos para no hundirme. Así fue mi 2005, brindaré y brincaré cuando se haya ido porque fue un año de mierda en el que mi relación con H casi se fue al diablo y mi trabajo me daba más insatisfacciones que dinero en efectivo. En noviembre, todo cambió de golpe, conseguí un trabajo que me fascina y H, luego de un gran respiro, regresó a mí, para suerte de él, yo aún seguía aquí. Mis problemas y mi poca tolerancia hicieron que decidiera alejarme de algunas personas tan cercanas que casi eran como mi familia, como la chata, a quien adoro pero un poco menos que antes por alguna razón que ambas no entendemos.
Mi gran bocota sin mala intención provocó que David me mandara a la mierda y no quiere verme ni en foto carnet. La verdad es que lo extraño harto y siento haber contado algo que no debí pero no soy un teléfono malogrado, como me dijo. Los horarios de trabajo me alejaron de Juanma, pero sé que ahí está, como siempre estuvo. Gracias a los malos momentos pude saber quienes eran mis verdaderos amigos, entre los que encontré al enano Marko, a quien le regalé mi lampara de plasma como un "Gracias", y me quedó muy corto el agradecimiento. Trataré de iniciar bien este año, aunque esta semana no me gusta, quisiera saltármela, la Navidad me deprime, me emociona comprar regalos y recibirlos, además del ambiente festivo pero esa noche, la del 24, me pone simplemente down. El año pasado me entró la rebeldía y me junté con H, que es otro Grinch igual que yo, y nos fuimos a tomar hasta las 12 de la noche. Él se quedó dormido en plena reunión en su casa y yo entré por la puerta trasera de la mía y colgué de la manija un letrero que decía "No Molestar". Mal Valeria, mal. Todo el año me lo sacaron en cara. Y eso que no se dieron cuenta que llegué ebria. Este año seré buena niña porque estoy de humor para serlo. Sigue sin gustarme la Navidad pero trataré de seguir el juego aunque ya esté grandecita como para creer en "Papanuel" y mis regalos favoritos ya no sean las Barbies.
He aprendido que la vida puede ser bastante irónica y que sabe cagarse de risa en tu cara, que hay cosas que nunca entenderé y sé que hay que conocerse todos los trucos para jugar y aunque no se pueda ganar, al menos no ser el "Loser" o saber aparentar y perder poniendo cara de Winner. En este diciembre puedo decir que es riquísimo llegar cansada a mi casa con una sonrisota porque cerré edición yo solita y quedó impecable, morirme de hambre y que H me lleve a comer un chifazo. Cerrar mis ojos sintiendo que cuando me estoy quedando dormida, él me da besos en la frente y acaricia mi cabello. Que a la mitad de la tarde, me pregunte como me está yendo todo y yo le pueda contar que me está yendo genial y que me he cagado de risa todo el día con mis nuevas amigas, con las cuales saldré a tomar el viernes a Queirolo y jugaremos al "amigo secreto". Aprovecho también para saludar a mis buenos amigos bloggers Alvarito, Carlos, Ronal y la Betza. Gracias a los incondicionales que me leyeron este año y me leerán el próximo..., y como dice El cortavenas, Feliz Navideath para todos!
me identifico, para mí también la navvidad, por una extraña y ignota razón, se me hace un poco depresiva, en especial, a la hora de la cena, quizas sea por lo de la tradición...
me identifico, para mí también la navvidad, por una extraña y ignota razón, se me hace un poco depresiva, en especial, a la hora de la cena, quizas sea por lo de la tradición...
paz y mejor año